Wednesday, March 22, 2006

Soldados de EEUU mataron a sangre fría a 15 civiles en Irak

• En la masacre, reconocida por el Ejército, murieron 7 mujeres y 3 menores
• La oposición insta a Bush a participar en la formación del nuevo Gobierno de Bagdad

KIM AMOR / EL CAIRO
MERCEDES HERVÁS / NUEVA YORK

Una matanza de civiles cometida por soldados estadounidenses en Irak amenaza con estallar en las manos del presidente de EEUU, George Bush, enfrascado en una campaña mediática para contrarrestar las críticas a su aventura bélica en el país árabe. Un reportaje bien documentado aparecido ayer en el semanario estadounidense Time señala a un grupo de marines como autores del asesinato a sangre fría de 15 civiles iraquís, entre ellos 7 mujeres y 3 niños, la mañana del pasado 19 de noviembre en la ciudad de Haditha, al oeste de la capital, Bagdad.
Tras una minuciosa investigación periodística, respaldada por los testimonios de varios testigos, la revista obtuvo indicios de la implicación de los militares en la masacre, que tuvo lugar minutos después de que una mina de carretera estallara junto a un convoy militar, matara al marine Miguel Terrazas e hiriera a otros dos. Como represalia, los soldados irrumpieron en una casa y abatieron a tiros a siete miembros de una misma familia. Los únicos supervivientes fueron la niña Eman Waleed, de 9 años, y su hermano, de 8.

RELATO ESCALOFRIANTE
La revista reproduce el escalofriante relato de la pequeña, que explica cómo los soldados mataron a su padre y a sus abuelos de un tiro en la cabeza y en el pecho. Ella y su hermano, que resultaron heridos, se salvaron porque el resto de integrantes de la familia los protegieron con sus cuerpos. Después, los militares lanzaron una granada y dispararon contra otra casa desde la que presuntamente alguien se disponía a dispararles. En esa vivienda murieron 8 civiles más, entre ellos un niño de sólo 2 años de edad.
El comunicado que hizo público entonces el Ejército de EEUU atribu-
yó la muerte de los civiles a la explosión de la mina y dio cuenta del fallecimiento de ocho rebeldes. La revista denunció los hechos en enero al mando estadounidense en Bagdad, que abrió una investigación en la que recogió los testimonios de 28 personas, entre familiares de las víctimas, marines y médicos de la zona. La investigación confirmó que los civiles fueron víctimas de los marines.

IMPLICACIÓN
En el tercer aniversario de la invasión, Bush tuvo que aguantar una nueva arremetida de la oposición demócrata, que le conminó a participar directamente en la formación de un Gobierno de unidad nacional en Irak que evite una guerra civil. Según el prestigioso senador demócrata Joseph Biden, si el Gobierno no está formado cuando llegue el verano, la explosiva situación del país ya no tendrá arreglo. Para Biden, una guerra civil abierta obligará a la Casa Blanca a retirar a todas las tropas del país, a excepción de un contingente de 30.000 soldados cuya función sería "evitar que el caos se extienda más allá de Irak".
Pero Bush hizo oídos sordos y siguió defendiendo su estrategia. En un discurso pronunciado en el City Club de Cleveland (Ohio), admitió que "la situación sigue siendo tensa", pero exhibió el éxito en la ofensiva para arrebatar la ciudad de Tal Afar a los insurgentes, el año pasado, como prueba de que la política de EEUU está funcionando.


Noticia publicada en la página 17 de la edición de 21/3/2006 de El Periódico -

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