Wednesday, March 26, 2003

Las 30 preguntas de la guerra

• Un documento que circula por internet da algunas claves sobre el conflicto

Internet se ha convertido en un gran foro de debate mundial sobre la guerra que se libra en Irak. Uno de los documentos que circula en el ciberespacio plantea 30 sencillas preguntas y las correspondientes 30 respuestas sobre el conflicto.

1. ¿Qué porcentaje de la población mundial es estadounidense? El 6%.

2. ¿Qué porcentaje de la riqueza mundial tiene EEUU? El 50%.

3. ¿Qué país tiene las mayores reservas petrolíferas? Arabia Saudí.

4. ¿Y el segundo mayor? Irak.

5. ¿Cuál es el gasto mundial en presupuestos militares de los gobiernos? Más de un billón de euros (más de 166 billones de pesetas).

6. ¿Qué porcentaje de esta cantidad corresponde a EEUU? El 50%.

7. ¿Qué porcentaje del gasto militar de EEUU bastaría para cubrir las necesidades básicas del Tercer Mundo, según la ONU? El 10%.

8. ¿Cuántas personas han muerto en guerras desde la segunda guerra mundial? 86 millones.

9. ¿Desde cuándo tiene Irak armas químicas y biológicas? Desde comienzos de los años 80.

10. ¿Desarrolló Irak esas armas por su cuenta? No. Contó con material y tecnología proporcionadas por los gobiernos de EEUU, del Reino Unido y multinacionales privadas.

11. ¿Condenó Estados Unidos el uso iraquí de gas contra Irán? No.

12. ¿A cuánta gente gaseó Sadam en el pueblo kurdo de Halabja en 1988? A 5.000 personas.

13. ¿Cuántos gobiernos occidentales lo condenaron? Ninguno.

14. ¿Cuántos litros de agente naranja usó EEUU en Vietnam? Más de 35 millones de litros.

15. ¿Existen pruebas de vinculación entre Irak y los atentados del 11 de septiembre del 2001 No.

16. ¿Cuál es la estimación de número de muertos civiles en la guerra del Golfo? 35.000.

17. ¿Cuántas bajas causó el Ejército iraquí en las tropas occidentales en la guerra del Golfo? Una veintena.

18. ¿Cuántas toneladas de uranio empobrecido se dejaron en Irak y Kuwait tras la guerra del Golfo, en 1991? Unas 40 toneladas.

19. Según la ONU, ¿en qué porcentaje aumentó el cáncer en Irak de 1991 a 1994? En un 700%.

20. ¿Cuántas muertes civiles ha previsto el Pentágono en Irak? 10.000.

21. ¿Cuántos niños? El 50%.

22. ¿Cuántos años lleva Estados Unidos realizando ataques aéreos en Irak? 11 años.

23. ¿Cuántas resoluciones de la ONU ha incumplido Israel hasta 1992? Más de 65.

24. ¿Cuántas resoluciones de la ONU ha vetado Estados Unidos entre 1972 y 1990? Más de 30.

25. ¿Cuántos países tienen armas nucleares? Ocho.

26. ¿Cuántas cabezas nucleares tiene Irak? Ninguna.

27. ¿Y cuántas EEUU? Más de 10.000.

28. ¿Cuál ha sido el único país que ha usado armas nucleares? EEUU.

29. ¿Cuántas cabezas nucleares tiene Israel? Más de 400.

30. ¿Quién dijo: "Nuestras vidas empiezan a terminar el día que silenciamos las cosas que importan"? Martin Luther King.



Sunday, March 09, 2003

Razones contra la guerra de Irak

• La ofensiva imperial de Bush puede cosechar una vorágine de venganza
• EEUU le está diciendo al mundo que se arme como Corea del Norte


NOAM CHOMSKY
Profesor de lingüística en el MIT de Bostón. Autor del libro '11/9/2001'

El Estado más poderoso de la historia ha proclamado que pretende controlar el mundo por la fuerza, una dimensión en la que no tiene rival. Es evidente que el presidente Bush y sus adláteres creen que los instrumentos de violencia que tienen en sus manos son tan extraordinarios que pueden vencer con facilidad y desdén a todo aquel que se interponga en su camino.
Las consecuencias pueden ser catastróficas tanto para Irak como para todo el mundo. Estados Unidos puede cosechar una vorágine de venganza terrorista y acrecentar la posibilidad de un Armagedón nuclear.
Bush, Cheney, Rumsfeld y compañía están entregados a una "ambición imperial", como escribió G. John Ikenberry en la edición de Foreign Affairs de septiembre/octubre: "Un mundo unipolar en el que Estados Unidos no tiene iguales con los que entrar en competencia" y en el que "ningún Estado o coalición se le puede oponer como líder, protector y gendarme mundial". A buen seguro, esta ambición incluye un control mucho mayor de los recursos y las bases militares del golfo Pérsico para imponer una forma preferente de orden en la región.
Incluso antes de que la Administración empezara a batir los tambores de guerra contra Irak, había muchos indicios de que las aventuradas decisiones de EEUU conducirían a la proliferación de armas de destrucción masiva, así como al terror, por disuasión o venganza.
En este momento, Washington está impartiendo al mundo una lección muy desagradable y peligrosa: si queréis defenderos de nosotros, convendría que imitarais a Corea del Norte y plantearais una amenaza militarmente creíble. De lo contrario, os demoleremos.
Hay buenas razones para creer que la guerra con Irak pretende, en parte, mostrarnos lo que nos depara el futuro cuando el imperio decide golpear; aunque guerra difícilmente pueda ser el término apropiado, dado el gran desequilibrio de fuerzas.
Un aluvión de propaganda nos avisa de que si no detenemos a Sadam Husein hoy, él nos destruirá mañana.
El pasado mes de octubre, cuando el Congreso confirió al presidente el poder de declarar la guerra, lo hizo "para defender la seguridad nacional de Estados Unidos contra la amenaza permanente que plantea Irak". Pero ningún país de las inmediaciones de Irak parece demasiado preocupado por Sadam, por mucho que puedan odiar al sanguinario tirano. Quizá sea debido a que sus vecinos saben que el pueblo de Irak se encuentra al borde de la supervivencia. Irak se ha convertido en uno de los estados más débiles de la región. Según apunta un informe de la Academia Americana de Artes y Ciencias, la economía y los gastos militares de Irak suponen un porcentaje mínimo en relación con los de algunos de sus vecinos, incluyendo Kuwait, que sólo cuenta con el 10% de la población de Irak.
Efectivamente, en los últimos años, los países cercanos han intentado reintegrar a Irak en la región. Incluyendo a Irán y Kuwait, ambos invadidos en su momento por Irak.
Sadam se benefició del apoyo de EEUU durante toda la guerra con Irán y posteriormente, hasta el día de la invasión de Kuwait. La mayoría de los responsables de eso vuelven a estar actualmente al mando en Washington. Reagan y la Administración del anterior Bush prestaron ayuda a Sadam, junto con los medios para desarrollar armas de destrucción masiva, cuando era mucho más peligroso que ahora y ya había cometido sus peores crímenes, como el asesinato de miles de kurdos con gas venenoso.
El fin del dominio de Sadam haría desaparecer una horrible carga para el pueblo iraquí. Hay buenas razones para creer que, si la sociedad iraquí no hubiera sido devastada por duras sanciones que fuerzan a la población a confiar en Sadam para sobrevivir, éste podría correr la misma suerte que Ceaucescu y otros crueles tiranos, aunque la realidad es que se le ha fortalecido, a él y a su círculo.
Sadam sigue siendo una amenaza terrible para quienes están a su alcance. Si bien en la actualidad su alcance no va más allá de sus propios dominios, es probable que la agresión de Estados Unidos inspire a una nueva generación de terroristas decididos a vengarse e induzca a Irak a llevar a cabo acciones terroristas presuntamente ya preparadas.
El año pasado, un grupo de trabajo presidido por Gary Hart y Warren Rudman redactó un informe para el Consejo de Relaciones Exteriores: "Norteamérica todavía no está preparada; Norteamérica todavía está en peligro".
Dicho informe advierte de probables ataques terroristas que podrían ser mucho peores que los del 11-S, incluyendo el posible uso de armas de destrucción masiva en este país, peligros que serán "más apremiantes si Estados Unidos entabla la guerra con Irak".
Ahora mismo, Sadam tiene infinidad de motivos para mantener bajo severo control toda arma química y biológica que Irak pueda poseer. No podría proporcionar dichas armas a los Osama bin Laden del mundo, pues representan una terrible amenaza para el mismo Sadam, aparte de la reacción que se produciría si hubiera un solo indicio de que pudiera llevarse a cabo tal mortífera transacción. Además, los halcones de la Administración saben que, excepto como último recurso si le atacan, es muy poco probable que Irak utilice sus armas de destrucción masiva y que corra el riesgo de una incineración instantánea.
Sin embargo, si fuera atacada, la sociedad iraquí se derrumbaría, incluyendo los controles sobre las armas de destrucción masiva. Éstas podrían ser privatizadas, como advierte el especialista en seguridad internacional Daniel Benjamin, y ofrecidas al vasto "mercado de armas no convencionales, donde no tendrían problemas para encontrar compradores". Verdaderamente, nos encontramos ante "un escenario de pesadilla", afirma.
Por lo que respecta al destino del pueblo iraquí en la guerra, nadie puede predecirlo con absoluta confianza: ni la CIA, ni Rumsfeld, ni quienes afirman ser expertos en Irak, nadie. Pero los organismos internacionales de socorro se están preparando para lo peor. Estudios de respetadas organizaciones médicas estiman que el número de víctimas podría ascender a cientos de miles. Documentos confidenciales de la ONU advierten de que una guerra podría provocar una "alarma humanitaria de una escala excepcional"; incluyendo la posibilidad de que el 30% de los niños iraquís mueran por desnutrición.
Pero no parece que la Administración preste atención a las advertencias de los organismos internacionales de socorro sobre las catastróficas consecuencias de un ataque. Los desastres potenciales son una de las muchas razones por las que los seres humanos honestos no contemplan la amenaza o el uso de la violencia, ni en la vida personal ni en los asuntos internacionales, a menos que se les ofrezcan razones que no puedan contener el recurso a la fuerza. Y a buen seguro, no se ha ofrecido nada remotamente parecido a una justificación así.


Noam Chomsky (Distribuido por The New York Times Syndicate).
Traducción de Xavier Nerín.